Prestador de servicios

por **Gabriel Guiseppe Dantés** Lun Jul 09, 2012 8:42 pm

En un solitario rincón sobre la ventana, Gabriel estaba sentado y se escondía a tras del diario mientras apagaba el puro en el cenicero. En Buenos Aires estaba la ley de no fumar en lugares públicos pero los dueños de Florencio, el pequeño restaurant italiano, le permitían ese beneficio a su habitual comensal.
Su vista fría estaba clavada en el más allá de la ventana que daba a la calle Francisco de Vittoria, mientras que su mentón apoyado sobre su mano demostraba un evidente síndrome de aburrimiento.

El pequeño local de no más de cinco mesas presentaba un lugar familiar, cálido y, sobretodo, íntimo y privado donde podía realizar sin problemas sus entrevistas laborales. Pero al parecer, aquel día gris de Recoleta no le iba a presentar ningún trabajo en el cual distraer su somnolienta mente.

Miró la hora en su lujoso reloj y se dio cuenta de que pronto oscurecería, tal vez la luna le trajera un nuevo cliente. Acomodándose en su silla volvió a encender otro puro mientras su cabeza calculaba las necesidades y actividades que su familia tenía que hacer para poder volver al viejo orden. Sus dedos comenzaron a tamborilear sobre la pequeña mesa de madera mientras que sus labios se abrieron para decir:

- Il business dipende dall'equilibrio e l'equilibrio dipende da noi.-

por **Gabriel Guiseppe Dantés** Mar Jul 10, 2012 11:45 pm

Con el hartazgo de que nada sucedía en la calle vacía, decidió que si los clientes no venían al él, él iría a los clientes. Cerró el diario y lo apoyó sobre la mesa, se incorporó levemente y se acomodó su traje gris a cuadros para que no presente arrugas, verificando que sus zapatos no hayan perdido el lujo caminó hacia la puerta mientras que levantó la mano para saludar a los dueños del pequeño local junto a un: -Ciao.-

El calor de la ciudad le golpeo en la cara al salir del restaurant, los nauseabundos olores de la urbe le llenaron el olfato obligándolo a encender otro puro bajo el pequeño farol de la entrada. Inmediatamente sus pasos empezaron a resonar en las baldosas de las calles porteñas mientras que el humo del cigarro le seguía como una estela. Su rítmico andar lo dirigieron a Plaza Francia donde con la caída de la noche no quedaban muchos transeúntes exceptuando clientes y vendedores ambulantes retrasados. Se frenó frente a la entrada del cementerio y a medida que daba una pitada comenzó a observar si un cliente podría requerir su ayuda, a sus clientes les gustaba la mezcla de antiguo y moderno que representa esa zona de recoleta.

por **Demian** Miér Jul 11, 2012 10:41 am

El joven se acercó a Gabriel, -¿Señor Dantés? -preguntó luego de aclararse la garganta. Al recibir una respuesta afirmativa le dijo -Mi señor lo espera, por favor sígame.
Comenzó a caminar hacia un automóvil de lujo estacionado sobre la calle Vicente López.
Un hombre de treinta y tantos años lo esperaba sentado dentro del bólido con la puerta abierta, llevaba una camisa blanca de finísma manufactura y pantalones italianos, el resto del Armani descansaba a su lado en el asiento, se veía arreglado y meticuloso, olía a colonia de maderas y cuero; dentro del auto se podían ver los tapizados de cuero repujado cosido a mano y los detalles en madera pulida del interior.
-Mi nombre es Demian Coldstone -extendió la mano y señaló el asiento frente a él -Lo estaba esperando, por favor póngase cómodo.

por **Gabriel Guiseppe Dantés** Miér Jul 11, 2012 7:54 pm

Dejando a su mente divagar entre los detalles del gran pórtico de la fachada del cementerio, la brisa le alcanzó a sus oídos su nombre pronunciado. Giró plácidamente con una mano en el bolsillo y la otra sosteniendo el puro casi consumido. Sin vacilar camino hacia donde lo habían indicado y cuando observo aquel auto frenado sobre la calle Vicente López no pudo disimular su pícara sonrisa ante tal ostentación, estos eran los clientes que tanto deseaba.

Antes de acercarse al auto, acomodó la solapa del traje de corte italiano, estación estival, se estiró las mangas de la camisa, pasó una mano sobre el pantalón para quitarles las arrugas que se le hicieron al caminar, chequeó el lustre de sus zapatos y se aplicó una fragancia bucal sabor fresas. Arrojó lo que quedaba del puro al piso, lo aplastó con sus zapatos bien lustrados y comenzó a caminar firmemente al coche.

Con una soberbia postura inclinó su torso para poder ver adecuadamente a su interlocutor mientras que con una mano sostenía su corbata para que no quede colgando tontamente. Frente al ofrecimiento ingresó al lujoso vehículo con un pausado y elegante movimiento quedando frente a frente con su potencial cliente. Tomando una pequeña bocanada de aire dijo con firmeza pero elocuentemente: - Buona notte signor Coldstone. Un placer conocerlo. Soy el Signor Gabriel Guiseppe Dantés y estoy a su servicio. Dígame, ¿En qué puedo asistirlo?- y refinadamente juntó sus manos frente a su boca y cruzó sus largas piernas galanamente.

por **Demian** Miér Jul 11, 2012 10:52 pm

Al ver los gestos pausados y meticulosos de su invitado Demian no pudo hacer otra cosa que esbozar una sonrisa de lado, algo ladina, "Debe ser obsesivo-compulsivo" se dijo. -Es un placer señor Dantés -soltó con despreocupación, escuchó las palabras de su interlocutor mientras miraba por la ventana, ante su pregunta volvió su vista hacia él y dijo -Ah, ¿pero tan rápido hablando de negocios? Veo que es directo y expeditivo, eso está muy bien -cruzó las manos elegantemente -Tengo entendido que usted maneja una empresa de servicios, servicios nocturnos, digamos -sonrió y sus dientes blancos resaltaron exageradamente a causa de su piel bronceada -No sé si me comprende, tendría que saber qué tipos de servicios podría ofrecer a unos amigos míos, si ellos lo contrataran su suerte podría cambiar radicalmente -tenía que esperar la respuesta correcta, debía saber con seguridad que este hombre era quien le habían dicho que era y que sus servicios eran los que le habían contado, no podía exponer a aquellos seres a los que aspiraba a convertirse, no se lo perdonarían jamás y no podía fallarle a ella.
Mientras esperaba la respuesta tomó una botella individual de champán y se la acercó -¿Puedo ofrecerle algo de tomar mientras tanto?

por **Gabriel Guiseppe Dantés** Miér Jul 25, 2012 6:21 pm

Una sonrisa entre mordaz y pícara surcó en los labios de Gabriel: o era un novato o un crío. Con toda tranquilidad y siguiendo sus manos rítmicamente a su hablar le contestó: - Muchas gracias, cavaliere, un vermouth si no es molestia, en caso de no tener, un buen vino toscano servirá.- Su mirada se hizo más profunda e intimidadora y cambió el tono de voz a uno más elegante pero recóndito: - Signore, me ofende. Si usted me ha enviado a llamar por mi nombre y el de mia Famiglia es que sabe qué clase de servicios brindamos. Usted proponga, nosotros disponemos. Pero sepa, siempre la lealtad, eficacia y calidad de servicio está asegurada por la sangre de todos mis ancestros y la mía propia.- Sus manos se volvieron a entrelazar suavemente sobre su regazo y sus ojos se clavarón en los del cliente esperando su respuesta.

por **Demian** Jue Jul 26, 2012 1:19 pm

-Sí, me han recomendado su nombre y sí, me han hablado sobradamente de su familia pero, como usted sabrá los recaudos que uno puede tomar siempre son pocos; -hice una pausa y busqué en el minibar qué bebida podría darle, finalmente encontré Cinzano, se lo serví con hielo -los clientes que voy a presentarle son muy importantes, digamos, más importantes de lo que su familia podría estar acostumbrada, esto se lo digo sin ofender, por supuesto -sonreí tontamente ya que al parecer el sujeto estaba convencido de que no tenía idea de nada.
-La señora Wilhelmina Bestercan me ha solicitado que lo lleve a Nueva Orleans para una audiencia privada, si los rumores sobre ustedes son ciertos no será necesario que le diga quién es -le extendí una tarjeta con mi número celular -Si acepta su invitación lo espero mañana a las 4.30 am en el sector de vuelos privados del aeropuerto de Ezeiza, no se preocupe, el viaje corre por cuenta nuestra. Bebí un trago de mi mini botella de Chandón.
El coche se detuvo en Las Heras y Coronel Díaz.

por **Gabriel Guiseppe Dantés** Jue Jul 26, 2012 7:19 pm

Gabriel pudo visualizar a través del vidrio polarizado la barranca esplendida que representaba Plaza Las Heras. Estuvo escuchando al interesado pavonearse y prefirió desviar su vista hacía fuera clamando por paciencia, debía recordar que el cliente siempre tiene la razón. Cuando finalizó de hablar, volvió su mirada hacia él con una sonrisa que podía pasar por misteriosa o mordaz, y le dijo: -Signore, nuestros servicios se extiende a todos los horarios y campos, pero sí, nos especializamos en la notte. Y si no mal recuerdo, Donna Wilhelmina Bestercan ya ha utilizado los servizi de mia famiglia con anterioridad, uno de mis tíos de antaño, en una cosa sumamente tan insignificante si no mal recuerdo que ni vale la pena recordar y dudo que ella lo haga. Como verá la sangre de mi famiglia es también antigua.- Un chispazo se denotó en los ojos del mercader antes de continuar hablando: - Pero vayamos a los affari.- Miró el rolex dorado que colgaba de su muñeca izquierda y cálculo cuánto tiempo necesitaría: - Estoy interesado en vuestra propuesta, siempre estamos dispuestos a ayudar a tan ilustre figura. Por eso, le propongo que si la urgencia es alta, en una hora y media puedo tener preparado mi avión particular. Solo quedaría saber si son necesarios ultimar detalles o solo mia presencia basta para el encargo.- Sus manos danzaban mientras hablaba y finalizó diciendo: - No se preocupe, cavalieri, se sumará al total de la factura. Gli affari sono affari.- Y las manos volvieron a reposar sobre su falda mientras trataba de calmar su necesidad de llamar a la operadora para verificar que su reloj no se haya atrasado… ni un segundo.

por **Demian** Dom Jul 29, 2012 11:58 pm

-¡Excelente! -exclamé sorprendido -Qué asombrosa disponibilidad, no pensé que podría partir en cuanto antes; a su futura clienta le agradaría mucho que estuviera lo antes posible en Nueva Orleans, tenga en cuenta que no lo podrá recibir hasta la noche de mañana -me froté las manos, el aire dentro del automóvil estaba enrarecido, bajé un poco el vidrio para que entrara el fresco aire invernal.
-Ahora mismo me comunicaré con nuestra gente para que vayan a recibirlo al aeropuerto y lo conduzcan a la residencia de la que disponemos. Ha sido un placer señor Dantés, nos vemos en nuestro destino y descuide, los detalles de sus honorarios los arreglará directamente con su clienta -le extendí la mano para saludarlo, había resultado un tipo engreído pero extrañamente amable, exudaba profesionalismo y se notaba que su trabajo lo apasionaba, era exactamente lo que buscaba.

por **Gabriel Guiseppe Dantés** Vie Ago 03, 2012 5:04 pm

Gabriel dejo en
el portavaso del vehículo su bebida y estrechó la mano del cliente mientras le decía:
- Espero, entonces, instrucciones al llegar allí. Un placer haberlo conoció
cavalieri. Ciao.- Y con agilidad abrió la puerta y salió disparado a la
urbanidad que había estado aislada
por el vidrio polarizado.

Sin dudarlo, tomó
su teléfono y marcó el automático número 3, a los poco segundos obtuvo
respuesta: - Luigi, prepara el avión y mi valija, nos vamos a Nueva Orleans,
Estados Unidos… tenemos trabajo, así que apresúrate y obtén los permisos de
vuelo.- Miró su reloj y terminó diciendo: - Tienes exactamente una hora para
estar en el aire desde San Fernando. Ciao.- Guardó su móvil y estiró su
brazo ante el auto negro y amarrillo. Antes de entrar chequeó si la raya del
pantalón se mantenía y se acomodó los gemelos de la camisa. Cuando entró le
dijo al conductor: - Al aeroparque de San Fernando.- Mientras marcaba el 113 para saber la hora
exacta y comprobar que su reloj no estaba atrasado.

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